Pasando por el fuego de la Prueba
- 10 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 jul 2024

Muchas veces cuando la vida nos pone muchos problemas pensamos que Dios no esta con nosotros o que se ha olvidado de nosotros. Pensamos que el no se preocupa de nuestras circunstancias y aunque oramos y ayunamos sobre nosotros parece que nuestros problemas no desaparecen y pensamos que a Dios no le importa nuestra situación.
Llenamos nuestras mentes de la palabra de Dios buscando una salida a nuestros problemas y pensamos que a Dios no le interesa lo que nos ocurre.
La biblia habla sobre el fuego purificador que Dios pone a sus hijos:
¡Cómo se ha ennegrecido el oro!
¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo!
Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.
Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro,
¡Cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!
(Lam 4:1-2)
"meteré en el fuego a la tercera parte,
y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro.
El invocará mi nombre, y yo le oiré, y
diré:
Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios"
(Zac 13:9 RVR60)
"Él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; (...) los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. (Mal 3:2, 3)
"ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas,
para que sometida a prueba vuestra fe,
mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego,
sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo"
(1P 1:6-7 RVR60)
Estos pasajes bibicos habla de que muchas veces vamos a pasar por circunstancias en las cuales Dios nos va ha hacer pasar para que todo lo que a el no le agrada de nuestro carácter cambie. Dios hace esto por que nos ama y quiere perfeccionar nuestro carácter para llegar a ser mas como el es.
Job 23:10-11
»Sin embargo, él sabe a dónde yo voy;
y cuando me ponga a prueba, saldré tan puro como el oro.
Pues he permanecido en las sendas de Dios;
he seguido sus caminos y no me he desviado.
Muchas veces estas circunstancias que atravesamos aunque tratamos de entenderlas no las entendemos y quizá nunca las podamos entender. Debemos confiar en que Dios tiene control de cada cosa que nos sucede y que no nos dejara pasar por situaciones que no podamos resistir.
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